Soy un “vende humos” y te estoy estafando
Ayer tuve una discusión con alguien muy cercano a mí. Me decía que todos esos libros que leo (refiriéndose a libros de desarrollo personal) son una estafa, escritos por “vende humos” y que te hacen pertenecer a una secta.
La conversación venía por estar yo leyendo un libro de Brian Tracy.
¡Brian Tracy!
Yo le dije:
— No sabes lo que dices. Este hombre no tiene que demostrar nada. Sus resultados hablan por sí solos. Ha ayudado a miles de personas, quizás cientos de miles. Y a grandes empresas y empresarios.
No conseguí convencer a esta persona de nada. Ni puta falta que hace, la verdad. Las abejas no pierden el tiempo explicándoles a las moscas por qué la miel es mejor que la mierda.
En fin. Esto me hizo reflexionar sobre varias cosas.
- No hay gente ignorante, sino gente que hace todo el esfuerzo del mundo para serlo. Hablan sin saber de lo que están hablando y replican lo que otro ignorante les ha dicho.
- Hay gente que sí que ha leído algún libro de desarrollo personal y aún así dice que no funcionan. Estos también son unos ignorantes. Y te exlplicaré por qué.
En el primer caso, no hay mucho más que decir.
En el segundo caso, le preguntaría a esa persona:
¿Has leído el libro realmente?
¿Has tratado de comprender la lectura?
¿Has puesto algo del libro en práctica?
De ser así, ¿Cuántas veces lo has puesto en práctica? ¿Dutrante cuánto tiempo?
¿Cuántas veces has fracasado?
¿Qué has aprendido de ello?
¿Cuántas veces lo has vuelto a intentar teniendo en cuenta lo aprendido de los errores?
¿Acaso crees que basta con leer el libro y que por arte de magia tendrás resultados?
¿Eres imbécil? (Bueno, esto está claro que sí).
Es como comprarse un libro de cómo aprender a tocar la guitarra, leerlo, y pretender ser Jimi Hendrix.
Además, esta persona, sabedora de que soy autor de algún libro de desarrollo personal, soltó aquella mierda por su boca y se quedó tan tranquila.
¡Me estaba llamando “vende humos” y estafador!
Así que si quieres que te venda humo y te estafe….
A no ser que no seas imbécil, ¡entonces aprenderás cosas muy valiosas!